El famoso Bécquer, bautizo a una de sus novelas como El Rayo de la Luna. Una leyenda que fue divulgada, el 13 de septiembre de 1862.
Para saber más del cuento que parece historia, o en realidad una historia que pudiera ser cuento; sigue leyendo lo mencionado en este artículo, acerca de El Rayo de la Luna.
TABLA DE CONTENIDO
Resumen corto de El Rayo de la Luna
El relato da inicio con la presentación del protagonista, en este caso sería Manrique. Un amante fiel de la poesía con un amor increíble por la soledad. El chico le gusta dar caminatas de noche, por sitios de apariencia tenebrosa.
Este joven disfruta de los paseos con aspectos siniestros o un tanto misteriosos, ya que le permite adentrarse de lleno en sus pensamientos e igualmente poder gozar de la naturaleza del sitio a donde asiste.
Una gran noche en una de sus excursiones, llega a las ruinas de un convento, ya que pudo vislumbrar algo que capto su atención y lo hizo dirigirse a ese lugar. El muchacho logro ver, la silueta entera de una mujer que, al parecer, daba paseos como el por las ruinas.
Manrique en su fan, trata de llegar a donde la chica se debería encontrar, pero al momento se vuelve un misterio y la muchacha se va.
Posteriormente Manrique, queda hipnotizado por la supuesta belleza que presenta la dama de aquella noche. En su afán por volverla a ver, logra verla todos los días por medio del balcón o las noches, ya que en las mañanas vuelve a escurrirse con el sol.
Con una gran decepción, el chico comienza unas fantasías con la joven. Al parecer este cree, que ella puede ser el eterno amor de su vida.
En una noche, en la que la luna estaba totalmente llena y el cielo brillaba con una asombrosa magnificencia. Vuelve a asomarse la dama y sin pensarlo mucho, Manrique comienza a perseguirla para ver si logra en esta ocasión alcanzarla.
En el momento que acude al sitio, donde la dama se desvaneció, el joven comenzó a temblar y se rio de una forma muy fugaz.
Todo esto ocurrió, al darse cuenta que todo este tiempo, había estado enamorado e ilusionado con una mujer que ni siquiera existía. La mujer era simplemente, un Rayo de luz emitido por la luna.
Al trascurrir un tiempo, el muchacho se encontraba triste e incluso deprimido. Tenía un resentimiento total con la vida, por la increíble decepción que se había llevado en el amor. Por esta razón el chico prefirió, no creer más en el mismo.
Por haber pensado que había conseguido a su bella mujer, se había llevado una ingrata desilusión. Ahora tenía la certeza que el amor, era una enorme mentira que las personas creaban, para conservar la felicidad.
Eso es lo que se logra con la imaginación, transformar un rayo de luna en algo que deseamos indudablemente conseguir. Colocando toda nuestra fe y convicción en ello, aunque termine evaporándose como le ocurrió a Manrique, con su hermosa dama.
Autor
El reconocido autor y grandioso poeta español, que escribió El Rayo de la Luna, fue Gustavo Adolfo Claudio Domínguez Bastida. Sin embargo, consiguió ser conocido por su nombre artístico Gustavo Adolfo Bécquer. Este artista nació el 17 de febrero de 1836, y era de origen sevillano.
Este español era hijo de Joaquina Bastida Vargas y de José Domínguez Insausti. Su padre fue un pintor que utilizaba el apellido de sus parientes, para firmar sus obras de arte.
La familia paterna de José, eran nobles de origen flamenco, que comerciaban desde la capital de Andalucía. Estos parientes eran de apellido Becker o Bécquer y de ahí surge el uso del apellido, por parte del padre y los dos hijos.
Gustavo no era el único artista de la familia, aunque el autor había heredado dotes para el dibujo; fue su hermano Valeriano Bécquer, quien tuvo mayor tendencia a dedicarse a esta área.
Quedaron huérfanos de ambos padres a temprana edad, lo que conllevo ser adoptados por dos de sus parientes. La hermana de su madre, María Bastida junto a Juan de Vargas, seria quien asumiera la responsabilidad, de todos los hermanos Bécquer.
Recibió clases de dos grandes poetas, en el Real Colegio de Humanidades de San Telmo. Ahí fue donde surgió su amistad, con su fiel amigo Narciso Campillo, quien le mostro como utilizar una espada y a nadar.
Junto a Narciso a una corta edad, comenzaron a escribir distintas obras. Tiempo después tuvieron la osadía de quemar, varios versos que habían creado juntos.
Para 1847 se muda con su madrina que provenía de Francia, Manuela Monnehay Moreno. La joven tenía disponible en su hogar, una biblioteca que, a pesar de ser pequeña, contenía suficientes libros de poesía. En ese lugar fue donde el artista, inicio en el camino de la leída.
Tiempo después con algunas divagaciones en la literatura, se dirige a Madrid en 1854 con la firme convicción de triunfar con sus obras literarias. Aunque para ese entonces no alcanzo el éxito deseado.
Empezó a trabajar con algunas amistades que había conseguido, para poder reunir algún dinero que le permitiera sobrevivir. Escribió junto a Julio Nombela, Ramón Rodríguez, Luis García, etc.
Igualmente, dos años después, se encontraba escribiendo con el seudónimo de Gustavo García, algunas comedias y libretos. En 1956, redacto La novia y el pantalón que realizo basándose en la sátira, para narrar el ambiente poco artístico y burgués, donde se envolvía en el entonces.
Además, el artista realizaba trabajos de redacción dibujos y traducciones del francés, para poder conseguir dinero adicional.
En 1858 fue cuando conoció a una muchacha a la que empezó a cortejar, aunque luego dejo a un lado esto, por el enamoramiento que surgió con la hermana de la chica, Julia Espín. Sin embargo, no fue correspondido por la señorita, por la vida un tanto bohemia en la que se manejaba Gustavo.
Los expertos de aquel entonces, no sabrían decir a ciencia cierta, cuál de todas las musas de Bécquer era la más constante, o si en algún momento hubo alguna realmente.
Finalmente se casó con Casta Esteban, con la que contrajo nupcias en Madrid el 19 de mayo de 1861; el matrimonio tuvo tres hijos. Aunque la felicidad no les duro mucho tiempo, se dice que la esposa le fue infiel años después y que uno de sus hijos fue el fruto de la infidelidad.
En 1863 se trasladó con Valeriano, a vivir en Zaragoza, se hospedo en un Monasterio de Veruela. El lugar era muy recomendado, por el aire puro que poseía; supuestamente era de gran ayuda para curar la tuberculosis.
El monasterio cabe resaltar que, sirvió de gran inspiración para los dos hermanos que habían asistido a el. De ahí surgieron varias cartas y leyendas del poeta, y se convirtió en un paso fundamental para las obras, de los reconocidos hermanos Bécquer.
Tras la mejoraría del artista, los hermanos pudieron regresar a España. En aquella época, Valeriano logro pintar a su hermano en un retrato, que actualmente todavía está presente en el Museo de Bellas Artes en Sevilla.
Tiempo después el escritor fallece, debido a que por su enfermedad estaba muy desmejorado. Aunque no se sabe exactamente si la muerte se debe, a la tuberculosis o a otra enfermedad, que padeciera el español.
Al finalizar el funeral de Gustavo A. Bécquer, un pinto de aquel entonces hablo con los distintos personajes presentes y les comento que se podían publicar las obras del escritor.
En 1870 se logra concretar, una recaudación de fondos que tendría dos finalidades importantes. La primera era hacerle homenaje al colega y amigo fallecido y la segunda, poder recolectar fondos económicos, para la familia del difunto.
Gustavo Bécquer finalmente es reconocido, por la convicción del pintor Casado del Alisal, en hacer públicas sus obras y lograr que Bécquer se convirtiera en un famoso de la literatura.
Esto se confirmó en una biografía que le escribió Rafael Montesinos, al gran Bécquer conocida como Biografía e imagen.
Personajes
Esta historia de Bécquer cuenta con un solo personaje, Manrique es un joven, enamorado de una ilusión creada por su imaginación. El chico es fiel amante de la poesía, su personalidad es reservada, un poco fantasiosa.
Tiene un carácter aislado, lo que lo hace ser una persona solitaria. Aunque cabe destacar, que el poeta tiene un intelecto bastante desarrollado.
El amor que siente el personaje por una dama misteriosa, a medida que va trascurriendo la historia, se va extendiendo, junto a la locura y el apego de Manrique. Sin embargo, al finalizar la narración, se descubre el gran enigma de su enamorada.
Es relevante afirmar, que el personaje de Manrique tiene muchas similitudes, con el mismo Bécquer. Evidentemente, los temas tratados en sus redacciones, se caracterizaban por mencionar el amor, dolor o el desengaño.
Para el autor la escritura podía ser un medio, donde intentar poder comunicar, lo imposible, inasible o inefable, a través del arte. Aunque este contara con un misterio propio, el autor de cierta manera un poco incomprensible.
Argumento
La siguiente historia nos relata la vida de un joven solitario, Manrique era un individuo demasiado aislado en su propio mundo. Tenía una fascinación por la poesía y debido a ello podía gozar de un carácter solitario, con el que accedía a pensamientos que removieran su conciencia.
En una simple noche de verano, pudo vislumbrar a una dama que acudía al monasterio de los templarios. El joven camino detrás de ella, intentando estar a su altura, para poder entablar conversación con ella.
Con todos lo rápido que Manrique camino, no pudo lograr llegar hasta la muchacha, que había entrado en la que, a su parecer, era la casa donde habitaba.
Al momento de llamar a la puerta, preguntando por las personas que ahí vivían, el encargado de abrir la puerta le informo que ese era hogar, de Alonso De Valdecuellos.
Cuando el tiempo paso, Manrique creyó ver nuevamente a la joven desde su balcón, pero cuando la siguió de cerca, se fijó en que la dama que el pensaba era un rayo de luna. El rayo pasaba por el bosque y la voz provenía, del viento emanado del choque de árboles.
Romanticismo presente en El Rayo de la Luna
El protagonista en un héroe literario totalmente romántico, el personaje pone en manifiesto distintas características que presenta el romanticismo. Se puede reconocer la evasión de lo real, así como el subjetivismo de la obra.
Queda descubierto el subjetivismo, por medio de lo expresado con liricas o sentimentalismos. El poeta padece, en su afán por quedar en armonía con el mismo y conseguir soledad, una total indiferencia de sus sentimientos.
No obstante, hay otros fragmentos del libro, que hacen mención al romanticismo. El conocido paralelismo psicocósmico, es igualmente una manera de romance. En el libro está presente, al momento de Manrique ubicado en el puente, goza de la propia naturaleza ahí presente.
Igualmente, en la evasión de la realidad, destaca la firme valoración de los fantasmas, visiones, así como lo desconocido o llamativo.
Temas tratados en la obra
Gustavo A. Bécquer toca dos temas principales, con esta entrega de El rayo de la Luna. Estos son los que más resaltan de la historia completa y te los mencionamos a continuación:
Aquí apuntamos algunas de las frases, que están presentes en la asombrosa obra de Gustavo Adolfo Bécquer. Esperamos que las disfrutes o utilices de la mejor forma: En el momento de iniciar la obra, el autor abre con una frase muy particular. Las primeras palabras que el escritor menciona, dan a entender que la narración, es una ficción, pero al mismo tiempo esa ficción, cuenta con una parte de realidad. Aunque Gustavo da a entender, que, en cualquiera de los dos casos mencionados anteriormente, hay que tener fe, en lo que se está narrando. Es un relato verosímil, por la similitud con la realidad; esto realmente es una situación que pudo haber pasado. Al protagonista, todo el tema relacionado con el amor le concierne, por eso su gusto por la poesía. El autor nos va relatando la afición de Manrique, por las cosas sobrenaturales y su agrado por las salidas nocturnas. En esta leyenda la noche, es un factor relevante. Ahí radica el gran misterio de la enamorada de Manrique, en lo que se basa la historia. La investigación acerca de la mujer, solo sucede de noche, debido a que en esta se representan, las fantasías del chico. En todas las historias desarrolladas por Gustavo Bécquer, consigue en todo momento plasmar su particular originalidad, que logra que el lector esté interesado de principio a fin. El español en todo momento, se guía por un orden cronológico para la leyenda de El Rayo de la Luna, siendo esta forma la mejor opción para que el lector siga fácilmente el ritmo de la narración. En algunas partes de la historia, el narrador utiliza frases como por ejemplo “La época a la que hacemos referencia”, para mantener cierta distancia del tiempo en el que se está leyendo y en el que se creó la historia. Este medio permite en la literatura, hacer una separación de los tiempos, es decir, la época en que se está y el momento en que se realiza la acción descrita. El autor lograba jugar con los tiempos, que desarrollaba en sus historias. Muy a menudo, podía separar el tiempo, de la acción principal del libro. Podía referirse al paso de unos cuantos años, así como el transcurso de unos meses. Lo importante de realizar este tipo de acción en cuanto a los tiempos, es saber describir las situaciones de la época, de una forma que quede intacta pero que se puedan sintetizar. En la noche es donde se aloja, el secreto que esconde la misteriosa mujer de la que Manrique está enamorado. Todo ocurre en este espacio, donde no se encuentran ningún tipo de límites. Lo más relevante de todo esto, es que la noche es lo que da pie para que el protagonista lleve a cabo sus pensamientos y visiones acerca, de la mujer de sus sueños. El autor logro tocarles íntegramente los sentimientos a los lectores, a través de su maravillosa obra El Rayo de la Luna. Con esta gran historia, cualquier persona tiene la magnífica oportunidad de sentirse descrito y totalmente identificado con referencia al tema a tratado en la misma. Gustavo A. Bécquer menciono de una manera única, la forma en la que tu cerebro o mente, puede mentirte o no discernir, entre la realidad del día y los sueños que tengas. El romanticismo que el autor plasma, intriga totalmente a seguir leyendo, hasta conocer que le ocurre al protagonista Manrique al final de la historia, con la preciada dama que tanto buscaba. Este autor consigue con esta impecable historia, trasmitirle directamente todos los sentimientos y pensamientos del personaje al lector, convirtiéndolos en uno mismo en el trascurso de toda la lectura. Éxito
Frases de El Rayo de la Luna
Características de la obra
Aspectos generales de la leyenda
Tiempo
Espacio
Opinión sobre la obra de Bécquer