La tregua es una de las novelas más populares escritas por Mario Benedetti. La historia tiene por tena central la sociedad y la incomunicación que puede presentarse por parte de los representantes y sus habitantes, en donde la vida cotidiana se centra solo a una rutina en la oficina; aquí te mostraremos un breve resumen de la tregua, para que así tengas una mejor idea sobre que trata.
Asimismo, conocerás cuales son los personas que se encargan de darle vida a esta historia, dado por hecho que cada uno de ellos, posee un hogar desunido y completamente crispado, ligado al amor, la sexualidad y muerte.
¡Sigue leyendo para que no te pierdas ningún detalle del resumen de la tregua!
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Resumen corto de La tregua
Esta epopeya, escrita en forma de diario, narra la historia de un hombre convencional, soltero con tres hijos adultos, funcionario de oficina, que, a punto de jubilarse, encuentra en la adoración por una joven la satisfacción que la vida le había negado durante mucho tiempo.
El diario de Martín Santomé comienza el 11 de febrero. Martín tiene 49 años y está a un año de dimitir de su trabajo como contable en una empresa de recambios de vehículos. Contempla el futuro que le espera cuando tenga tiempo libre: podría dedicarse a plantar, a tocar la guitarra, a componer.
Es un hombre aburrido, penoso y rutinario que mantiene una relación alejada con sus hijos, tal vez porque no tenía la menor idea de cómo ser padre y madre simultáneamente tras el fallecimiento de Isabel, su pareja. Esteban, el mayor, tenía cuatro años cuando falleció su madre, Blanca no la recuerda y Jaime, el más joven, se quedó tirado un par de días después de su presentación al mundo.
Para Martín, Jaime es su hijo número uno, a pesar de que existen numerosos obstáculos entre ellos. Esteban está siempre al límite con su padre y vuelve tarde a la hora de la noche tras salir de fiesta.
Blanca es lúgubre como Martín, pero con una ocupación alegre; tiene la mejor relación con él, aunque subraya que su pequeña es muy penosa, tiene una tonelada de energía y no tiene la menor idea de cómo canalizarla, ya que podría acabar tan oscura y nebulosa como él.
Durante este primer mes del diario, Martín describe su trabajo habitual, la relación con sus hijos y ciertas experiencias con viejos compañeros, por ejemplo, la reunión con Mario Vignale, un antiguo compañero de clase al que solían pinchar en el colegio y apodar «El Adoquín«.
Vignale percibe rápidamente a Martín aunque no lo recuerda bien, pero Mario lo recibe para tomar un café expreso y obtiene información sobre Isabel, el principal recuerdo de su media naranja que aparece en el diario.
Martín recuerda el cuerpo de Isabel, sus movimientos y características, pero de vez en cuando le cuesta recordar su rostro con precisión. Él tenía 28 años y ella 25 cuando falleció. Recuerda la sólida apetencia sexual que había entre ellos y cómo, tras el fallecimiento de ella, él se convirtió en un ser computarizado con un trabajo estándar.
El 27 de febrero, tres nuevos trabajadores entraron a las órdenes de Santomé: Alfredo Santini, Rodolfo Sierra y Laura Avellaneda. A esta última la retrata generalmente como Avellaneda, a la que no considera una muñeca pero sí aceptable cuando sonríe.
A partir de marzo, Martín comprende que su trabajadora Avellaneda es inteligente, funciona admirablemente, es algo ansiosa y poco práctica, sin embargo prefiere sus piernas y los lunares por todas partes. Tiene conflictos con sus hijos. Jaime le aclara que ahora ninguno tiene cura.
Martín reflexiona en su diario sobre la autodestrucción; en el caso de que pudiera hacerlo, sería el domingo, el día más debilitante y rancio para él. Teme que, con su retiro, sea constantemente un domingo desolado y desagradable. Además, considera la presencia de Dios, que no sabe si atestiguar o negar, pero presume que Dios es un coupier y se pone rojo cuando los éxitos son oscuros.
En el largo tramo de abril, Martín describe que ve poco a sus hijos, sobre todo a Jaime, al que más le apetece ver por su gran inclinación cómica. Una noche, al salir del trabajo, va con Avellaneda y discuten sobre la viudez y los hijos de Martín.
Martín plasma en su diario una fantasía en la que Avellaneda se presenta con un vestido sencillo y el olor del campo le gana, la tiene y no lo evita. Es entonces cuando comprende que a Avellaneda le gusta, pero teme que se quede seco de deseo, en vista de que desde no hace mucho tiempo ha tenido algunas experiencias inconsistentes con diferentes damas, aunque insignificantes.
El 24 de abril fue el cumpleaños de Esteban. Los tres comieron en la casa y Blanca dejó escapar la noticia de que tenía un amor, Diego, un chico que establece una conexión impresionante con su padre ya que lo considera un individuo decidido. Diego es un año más joven que Blanca, pero parece cinco años más experimentado.
Últimamente, Avellaneda ha estado muy mal porque se ha separado de su novio. Martín vio un sentimiento convincente dentro de ella y se alegró, ya que no se había secado por completo.
A partir de mayo, Martín reflexiona sobre Avellaneda. No se propone conversar con ella porque en realidad no comprende lo que le ocurre.
Aníbal, el compañero más querido de Martín, fue a visitarlo a Montevideo. Martín lo apreciaba siempre sin duda, pero ahora lo veía viejo y agotado, como si hubiera perdido el placer de vivir.
Por otro lado, Vignale buscó a Martín para contarle que la ofensiva amorosa de la que habían platicado ya era una realidad: estaba engañando a su esposa con su concuña, quien vivía en la misma casa. Ahora Vignale tiene buen aspecto, se le ve más jovial y alegre que hace 6 meses.
Martín ha imaginado que debe ver a Avellaneda fuera del lugar de trabajo sin embargo con la presencia de una experiencia fácil. Se quedó dos o múltiples veces sin avanzar donde ella solía ir a comer, hasta que un día su stand by terminó y la recibió para tomar un café expreso.
Ella declinó por segunda vez ya que tenía actividades, sin embargo aplazó la cita para un día más. A partir de ese segundo, Avellaneda y Martín iniciaron una relación, que comenzó bien dispuesta, pero que se volvió más genuina y personal con el paso de los meses.
Su relación era prudente; sus compañeros de trabajo eran inconscientes de lo que estaba pasando, al igual que los hijos de Santomé. Martín consideraba que sería una relación extraña según otras personas, ya que podría ser su padre.
Avellaneda y Santomé coincidían en que no habría responsabilidades ni sorpresas, ya que ella tenía su vida por delante y Martín, para la ocasión, temía no poder ofrecerle ese futuro.
En junio, Martín comenzó a buscar un condominio para tener más cercanía y solaz con Avellaneda; por así decirlo, necesitaba prestarle atención a las cosas más allá y más allá.
Cuando le indicó el loft que alquilaba a Avellaneda, ella se mostró recelosa desde el principio; sin embargo al final afirmó que necesitaba estar con Santomé y dejar de lado los prejuicios de vivir con alguien sin estar casados.
Esteban resultó estar realmente enfermo pero se recuperó mucho tiempo. Blanca le confesó a su padre que había tenido un enfrentamiento con Jaime al descubrir que era gay.
Jaime salió después de tener una batalla con Esteban y no tener ganas de conversar con su padre, ya que se anticipó a los reproches de la familia y no fue capaz de escucharlos. Después de esa ocasión, Blanca descubrió que su papá estaba saliendo con Avellaneda; pero no se sintió furiosa porque había visto un cambio perceptible en su papá: la actitud distante y la desdicha habían desaparecido.
Blanca pidió a Martín que le presentara a Avellaneda y cuando los dos se encontraron hubo una tonelada de compasión y se convirtieron en extraordinarios compañeros. Martín se sintió halagado de que las dos damas más significativas de su existencia diaria se vieran con frecuencia y hablaran de él.
En el trabajo, necesitan elevar a Martin a supervisor, pero él rechaza la oferta porque echa de menos su jubilación y la indemnización acaba siendo equivalente a su renta vitalicia.
Durante un tiempo, Martín y Avellaneda se encontraron en el loft por las noches. Su relación se desarrolló y resultó ser realmente entrañable. Parloteaban sobre sus vidas y sus conocimientos.
El 28 de junio, la principal ocasión en la vida de Martín ocurrió, él apeló a Dios para que su relación con Avellaneda durara. En ningún momento, ni con Isabel ni con ningún otro individuo, se había sentido tan cerca de la grandeza.
Se imagina que Avellaneda se asemeja a una forma que se ha introducido en su pecho y que lo está engrandeciendo, colocándolo en las condiciones adecuadas para sentirse cada vez más consistente. Tiene delicadeza y se complace en tenerla. Su relación era pura, verdadera y alegre.
Una noche, Avellaneda no fue al loft porque creía que se iba a contagiar de la gripe estacional, así que Martín salió, ante el temor de que su padre obtuviera algunas respuestas sobre su relación. Martín la echó mucho de menos durante el trabajo, estaba excepcionalmente acostumbrado a ella y es el momento en el que descubre que necesita pedirle matrimonio. Blanca está a favor de la elección de su padre y lo apoya.
Pasan los días y Avellaneda no va al trabajo. El diario se entorpece el 23 de septiembre cuando Martín expresa «Dios mío, Dios mío, Dios mío», ya que no ha conseguido con Avellaneda.
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Personajes
- Martín Santome
Personaje principal. Comprendemos y vemos la historia a través de su perspectiva solitaria, triste y de desgano a la vida. Hace observaciones y reflexiones ricas respecto a la existencia de Dios, la soledad, la rutina, la mediocridad, el amor y la pérdida de éste.
Es un hombre gris y apagado que con sólo la presencia de Avellaneda, es capaz de dar sentido al mundo deprimente y mediocre en el que ha vivido. ¡Lee el Resumen de La tregua!
- Laura Avellaneda
Personaje principal. Mujer joven, de rasgos suaves, ojos serenos, nariz fina, pelo negro y piel muy clara. Es decidida, segura de sí misma y de lo que quiere, inteligente, trabajadora, sensible, amorosa y entregada.
Cree que el trabajo la asfixia, de que nunca se suicidará, de que la muerte no es el fin de todo, de que sus padres son magníficos, de que Dios existe, de que la gente en quien confía no habrá de fallarle jamás. ¡Lee el Resumen de La tregua!
- Blanca
Personaje secundario. Hija de Martín. De temperamento triste como su padre pero con vocación de alegre. Tiene mucha energía pero no sabe cómo canalizarle.
Ella y su novio Diego son se preocupan mucho por el mundo, por la juventud, los problemas sociales, etc. Todo ello los deprime un poco. Es amorosa y comprensiva con su padre, le alegra que éste se sienta feliz.
- Esteban
Personaje secundario. Hijo mayor de Martín. Está a la defensiva con su padre y mantiene una relación distante.
- Jaime
Personaje secundario. Hijo menor de Martín. Es homosexual y siente un gran resentimiento hacia su familia, la cual abandona por completo y no se vuelve a saber más de él. Era el hijo preferido de Martín, con el mejor sentido de humor.
- Mario Vignale
Personaje secundario. Compañero de la escuela de Martín, pero a éste no le simpatiza Vignale del todo, lo considera una persona ruidosa y patética. Lo apodaban en la escuela el Adoquín y odiaba dicho sobrenombre. Es casado y es infiel con la concuña de su mujer.
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Autor
Artista uruguayo, autor, dramaturgo, ensayista de cuentos y pundonor que tiene un lugar en la Generación del 45.
Desde sus inicios necesitó trabajar en diversos llamados, y no fue hasta 1948 cuando comenzó a tomar contacto con el mundo artístico al distribuir el volumen de artículos Peripecia y novelas y al establecer y llevar la dirección de la revista Marginalia, que llenaría de motivación a su época.
Su preparación como columnista comenzó en el semanario Marcha, donde se convirtió en supervisor del segmento erudito. Como columnista trabajó igualmente en El Diario y La Mañana, centrándose sobre todo en el análisis de cine y teatro.
Su primer libro de sonetos, La víspera indeleble, se distribuyó en 1945. Al cabo de un año, se casó con Luz López Alegre, una relación duradera que serviría de motivación para el soneto Bodas de Perlas, recogido en La casa y el ladrillo (1977).
En 1949 difundió su primer libro de relatos, Esta mañana, que le valió el Premio del Ministerio de Instrucción Pública. Su primera novela, Quién de nosotros, apareció en 1953.
¡Éxito con el Resumen de La tregua!